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Monedas locales y ecológicas para la soberanía monetaria.

Dídac Sanchez-Costa i Larraburu (*)

Históricamente los movimientos progresistas y ecologistas han dejado bastante de lado el estudio y la redefinición de lo que es el dinero. Se entendía que éste formaba parte de un ámbito alejado de las inquietudes sociales y humanistas; un terreno innecesario para construir utopías y mundos mejores, en los que probablemente el dinero no existiría.

Esto ha dejado prácticamente intocado y en manos de las fuerzas conservadoras la comprensión de esta partícula fundamental con la que organizamos nuestras sociedades. Ha impedido, más allá de unos pocos experimentos puntuales, desarrollar propuestas sólidas que puedan constituir alternativas viables a la moneda eco-ilógica y antisocial. Desde la contracultura ecologista y la economía alternativa se han abordado muchos terrenos como las finanzas éticas, el comercio justo, la agroecología o las cooperativas de consumo, pero la mayoría funcionan íntegramente con moneda oficial, ya que no se percibe una diferencia real entre ésta y otros sistemas monetarios alternativos.

Sin embargo recientemente han surgido en todo el mundo nuevas monedas emitidas a escala local por las comunidades, con un fuerte carácter solidario y cooperativo, y han mostrado que de este modo se consiguen generar muchos efectos positivos, algunos de los cuales están directamente vinculados con la soberanía alimentaria. Las monedas sociales, también llamadas locales, complementarias o alternativas han cobrado fuerza e interés en los últimos años, especialmente tras el inicio de la crisis, y están construyendo propuestas replicables de distribución alimentaria bioregional de carácter solidario y ecológico.

¿SOBERANÍA ALIMENTARIA EN EUROS?

Del mismo modo que no podemos tener soberanía alimentaria cuando unas pocas empresas dominan de forma oligopólica el mercado alimentario, tampoco podemos tener completa soberanía como ciudadanos cuando unas pocas empresas, en este caso grandes bancos privados (algunos disfrazados de públicos bajo las siglas de centrales o reserva federal) son los únicos que nos emiten las unidades con las que medimos nuestras actividades económicas.

¿Qué es una moneda?

La venta de dinero que hoy hacen los grandes bancos a gobiernos y ciudadanía, es como si unas pocas empresas nos vendieran los centímetros con los que medir las distancias. Una herramienta de medida para facilitar los intercambios, que existe desde hace milenios, se ha convertido desde hace pocos siglos en una nueva mercancía, que puede ser comprada y vendida, lo que supone un gran negocio y a la vez el fin de aquello por lo que fue creado inicialmente el dinero. Quienes detentan el control de la creación de dinero tienen un poder, como reconoció un Rotschild en 1880, muy superior al del mayor Imperio.

Este dinero se vende con intereses, lo que en realidad es un modo encubierto de opresión de las élites sobre el resto de la sociedad, pues siempre los más ricos tendrán en los bancos, dinero para prestar, y siempre las gentes más pobres deberemos pagar por acceder a él. Por tanto, si no ejercemos un control democrático y social de esta herramienta tan fundamental en nuestras sociedades, éstas tendrán una dudosa calidad democrática, y se ejercerá una opresión y una forma de neo-esclavismo sutil y casi invisible sobre las mayorías sociales. Y eso es lo que vemos hoy con nitidez en todo el planeta. La actual crisis y su resolución demuestran que, efectivamente, unas pocas corporaciones y firmas financieras disponen de un control sobre nuestras sociedades y gobiernos prácticamente ilimitado.

La ignorancia acerca de algo tan central y de uso cotidiano como es el dinero, que no sólo nos ocurre a los ciudadanía de a pie sino también a muchas y muchos economistas, se debe en buena medida al hecho de que las mismas fundaciones y centros de investigación que apoyan dete0rminados estudios en fertilizantes, semillas transgénicas o usos del petróleo, pero bloquean otras investigaciones en energías renovables, también se han ocupado de que los centros de estudio de economía desconozcan la naturaleza del dinero. Y que autores como Silvio Gessel, de quien Keynes dijo que la humanidad aprendería más que de Marx, y que se dedicó a esto, con su obra central cuyo título es ‘El orden económico natural’ sean completos desconocidos en las facultades de economía.

Gessel ya apuntaba hacia 1920 que el dinero con intereses positivos que hoy conocemos, es anti natural, ya que se distingue de todo lo demás en la Tierra, que o bien pierde valor con el tiempo o bien su almacenamiento implica un coste. Apuntó que, de seguir igual, toda nuestra economía acabaría siendo financiera, y no real, como ocurre hoy. En lugar de eso, para lograr tener una economía sana y por tanto con un dinero que circulara con más velocidad Gessel propuso los intereses invertidos o la moneda oxidable, que en lugar de ganar valor con el tiempo, lo perdía. Muchas monedas sociales siguen hoy ese principio, y ya en los años 20 un pequeño pueblo de Austria lo hizo, con tanto éxito y generación de empleo y riqueza local, que el Banco Central de Austria, temeroso de que la experiencia se replicara y acabara con el gran negocio de la banca, forzó la prohibición del experimento.

¿Es necesaria una nueva moneda?

Así como las patentes determinan las diferencias entre las semillas circulando libremente o no entre el campesinado, en el campo monetario la principal diferencia entre las monedas corporativas que hoy usamos y las monedas sociales es que éstas no disponen de intereses; además se emiten desde la comunidad local, en cada nuevo intercambio, son tan abundantes como riqueza real hay en cada comunidad, y son una forma de medir la economía, no un bien en sí mismo con el que se pueda comerciar.

En lugar de seguir comprando a un lobby cartelístico de bancos privados los centímetros con los que medimos nuestra economía, los construimos nosotras y nosotros mismos en la región, para tener de este modo soberanía monetaria con la que acceder a la soberanía económica: los medios con los que se distribuye la riqueza y la producción local entre las y los habitantes locales.

Refuerzo de la soberanía alimentaria

Si todo ello es cierto a un nivel social amplio, lo es aún más en un nivel más próximo y vinculado a la agricultura y la distribución alimentaria. Las experiencias de las monedas sociales han mostrado que logran en muy poco tiempo generar efectos muy positivos, muchos de los cuales están directamente vinculados a la soberanía alimentaria. Permiten relocalizar la economía, proteger a las pequeñas explotaciones ecológicas y familiares, el comercio local de proximidad, evitar los alimentos quilométricos y construir una barrera sólida, pero a la vez pacífica y sencilla ante las grandes corporaciones. Ayudan también a generar lazos económicos y de confianza estables que regeneran los tejidos sociales. Son modelos por tanto, de soberanía económica, comercial y monetaria.

Estas experiencias se desarrollan en un determinado pueblo o región, con modelos locales propios, que pueden ser replicados en otras regiones de manera parecida, pero con diferencias en función de la idiosincrasia local de cada lugar. Así es como crecen, replicándose. Algunas de ellas, todavía con la incertidumbre que caracteriza las actividades del tercer sector y la economía social, donde muchas tareas son de carácter voluntario, ya se han consolidado como modelos viables de reorganización de los procesos económicos y sociales. Casi siempre trabajan sin ningún apoyo de las administraciones públicas, generando plataformas ciudadanas más sostenibles, ecológicas, socialmente justas y más alegres, construyendo nuevos espacios de socialización y recuperación de los tejidos sociales que ni el mercado ni las administraciones públicas han logrado articular.

Ayudan a crear, junto con otras propuestas de soberanía económica como las cooperativas de consumo o las AMAP’s ([1]), un mejor encaje sistémico entre los métodos de cultivo y los métodos de distribución ecológicos, convirtiéndose en nuevos mecanismos, que en lugar de ser de carácter industrial, son también ecológicos, de principio a fin de ciclo del producto. Es también una forma de revitalizar y redescubrir las riquezas de las comunidades locales, reduciendo el consumo de alimentos agro industriales y redibujan el escenario de la distribución agroalimentaria desde nuevos modelos más ciudadanos y ecologistas de distribución.

Se configuran como una posible alternativa a la crisis estructural del campesinado en el campo, a la ausencia de soberanía alimentaria o en la preservación de variedades y usos bioregionales. Consiguen cerrar el ciclo de la opción ecológica, al pasar de la reivindicación a la acción comunitaria y autogestionada, volviendo a lo local, a la escala humana.

Distintas soberanías

Del mismo modo que los movimientos por la soberanía alimentaria tratan de reapropiarse de la decisiva capacidad de producir los alimentos en cada región para que ese poder no caiga en manos de intereses foráneos y sin inquietudes por la resolución de las necesidades locales, no menos importante es alcanzar otros tipos de soberanías en otros campos para construir verdaderas democracias como son la soberanía tecnológica (Free Software, Open Source Ecology), la soberanía en el trabajo (cooperativismo, colectivizaciones), en la distribución cultural (creative commons, copyleft, cultura libre), en la pedagogía (escuelas libres, educación en casa), en la energía (microgeneración, energías renovables y libres), etc, hasta alcanzar un tipo de soberanía aún más estratégica y central: la monetaria, que permite potenciar y unir estas propuestas desde su autonomía, en un nuevo mercado social hecho a escala humana; tal vez la única escala en la que podemos encontrar la libertad, la igualdad, la participación, y por tanto la democracia.

Ejemplos en el mundo

Encontramos en el mundo muchos tipos distintos de monedas; los LETS (Local Exchange Trade Systems), las Ithaca Hours en el estado de Nueva York; las monedas en formato papel en Sur América; los SEL (Systèmes d’Échanges Locales) en Francia; las Regioen Alemania o las monedas de las Transition Towns.

En Cataluña vemos un modelo muy interesante que combina lo que vendría ser una red de intercambio con una cooperativa de consumo. Las ECO REDES. Esta unión hace que sea un modelo muy completo, que logra resolver una necesidad a menudo no cubierta en las redes, como es la existencia de productos básicos de alimentación, y ofrece a la vez a las y los campesinos locales la posibilidad de contar con nuevos mercados locales y sociales en los que puede ganar no solo moneda social, sino también los euros que necesita para su explotación.

Las Eco Redes son modelos de economía solidaria, cooperativa y ecológica bioregional, que a la vez que se organizan de modo autónomo en cada región, mantienen lazos permanentes y relaciones sociales y económicas con las demás redes, en una especie de confederación de economías regionales basadas en la democracia directa o asamblearia.

Las Eco Redes consisten, en síntesis, en un nuevo modelo que lleva a cabo la unión de una red de intercambio con moneda social con una cooperativa de consumo. Todos y todas comenzamos con 0 ecos, y cualquier usuario puede ganar moneda social al ofrecer cualquier bien o servicio a otro usuario de la red. También se pueden comprar ecos a cambio de euros 1 a 1. Esto lo hacen sobre todo las y los consumidores de la red o visitantes en las ferias (familias e individuos que no quieren participar activamente como usuarios, sino que desean tan sólo consumir algún producto o servicio ofrecido por algún usuario). Al hacer este cambio de moneda ingresan en la red euros que se destinarán, como si se tratara de una cooperativa de consumo, a la compra de productos básicos de alimentación a productores cercanos que aceptan un 10 o un 20% en moneda social. Estos productos se traen a la siguiente feria de trueque, o bien, si se dispone de un local permanente, se dejan allí en lo que en Cataluña se llaman Centrales de Compras Colectivas o Eco Tiendas donde se distribuyen íntegramente en moneda social.

El principio de transición

Ha sido fundamental entender el principio de transición, del mundo en el que hoy vivimos hacia la utopía a la que queremos ir. Si las redes exigieran una aceptación del 100% en moneda social a las y los productores, éstos acabarían teniendo demasiada, lo que sería un problema y podría comprometer su economía, cuando lo que se pretende es ayudar. En cambio los porcentajes graduales de aceptación permiten que todos ganen. El campesinado logra ingresar euros para mantener su granja, logra establecer un vinculo seguro y permanente con un mercado próximo y amigo, logra algunos ecos o moneda social con los que abastecerse de algún servicio o producto de la red que le puede servir en su granja o en los gastos corrientes de su familia (una clase de idiomas para su hijo, p.ej.). Y la red logra disponer de productos básicos que hacen de este sistema, ya no solo una experiencia simbólica y festiva de encuentro vecinal sino el inicio de una alternativa completa al capitalismo industrial.

Vemos, pues, que las monedas sociales y ecológicas no son el único medio ni el más importante, pero sí parece que sin ellas será difícil lograr un cambio real.

Dídac Sanchez-Costa i Larraburu. Sociólogo, escritor y activista. Miembro de las Ecoredes, la Cooperativa Integral Catalana, el movimiento 15M y la Colonia Colectivizada de Ca la Fou

www.ecoseny.net, www.ecoxarxes.cat

www.cooperativaintegral.cat

www.ecolonia.cooperativaintegral.cat

http://cooperativa.ecoxarxes.cat

Facebook: Didac S.-Costa, Xarxa Ecoseny

didacscosta@gmail.com

[1] de Association pour le Mantien de l’Agriculture Paysanne (Teikei en el Japón o CSA (Community Supported Agriculture) en los EE.UU). En ellos, los consumidores toman un rol mucho más activo y solidario con el productor, con visitas y trabajo en las granjas y un pago por avanzado de la cosecha. La nítida frontera entre productores y consumidores se desdibuja, ya que éste se convierte en una especie de accionista de la granja, pudiendo tomar decisiones acerca del tipo de cultivo, productos, calidad o formas de pago.



Rio+20 ¿Qué opciones tenemos - cuando “los negocios como siempre” no es una opción?

Tiempo de actuar
Veinte años después de la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro, el planeta se encuentra en una crisis ambiental, energética y financiera más profunda que entonces. La Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable (CNUDS) que se realizará en Río de Janeiro, Brasil, en 2012, podría ser sólo otra conferencia de alto nivel en la que se declare la necesidad de erradicar el hambre y la pobreza, detener el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la erosión de los suelos y otros severos problemas ambientales, para que, a final de cuentas, después de la conferencia la vida continúe como antes. Pero puede ser diferente. La conferencia tiene la oportunidad histórica de tomar decisiones importantes y acordar acciones que realmente ayuden a erradicar la pobreza y el hambre, y salvar el medio ambiente. ¡Es tiempo de actuar!
¿Qué opciones tenemos?
En el prefacio del Informe Económico y Social Mundial 2011 Ban Ki-Moon, Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas, argumenta que el progreso de la humanidad ha sido a expensas de la degradación permanente de nuestro ambiente natural. Agrega que la publicación de este informe, mostrando esta grave situación, “es especialmente oportuna cuando el mundo se prepara para la Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable de Río+20 el próximo año”, recomendando su lectura a los formuladores de políticas, las organizaciones no gubernamentales, los ejecutivos corporativos y los ciudadanos preocupados.
Una cita del informe: “Negocios como siempre” no es una opción.
Aunque la humanidad ha logrado un enorme progreso en la mejora de su bienestar material a lo largo de los últimos dos siglos, este progreso se ha obtenido al costo de una degradación permanente de nuestro ambiente natural. Cerca de la mitad de los bosques que cubrían la Tierra han desaparecido, las fuentes de agua subterráneas están siendo depredadas y contaminadas, hay una enorme erosión de la biodiversidad, y gracias al uso en aumento de combustibles fósiles, la estabilidad del clima planetario está amenazada por el calentamiento global. Se requiere un progreso económico mucho mayor para que las poblaciones de los países en desarrollo alcancen un nivel de vida decente —especialmente los miles de millones que aún viven en condiciones de extrema pobreza—, lo mismo que los dos mil millones de personas que se sumarán a la población mundial hacia la mitad del presente siglo.
Continuar por los caminos de crecimiento económico que hemos recorrido hasta ahora, sólo exacerbará las presiones sobre los recursos naturales y el ambiente, lo cual llevará a los modos de vida actuales a límites que no serán sostenibles. Por todo esto, continuar como de costumbre, con los negocios como siempre, ya no es opción”. (United Nations. 2011. World Economic and Social Survey 2011)
… y la gobernanza como siempre tampoco es opción.
Las organizaciones de la sociedad civil abajo firmantes, concordamos con que continuar “los negocios como siempre no es una opción”, concepto retomado en el camino hacia Río+20 en varios informes importantes (PNUMA, WESS (Informe Socioeconómico Mundial), IAASTD (Evaluación Internacional del Conocimiento, la Ciencia y la Tecnología Agrícolas para el Desarrollo). Pero además, en el tema de políticas públicas, desde la sociedad civil consideramos central que se reconozca también que la gobernanza como siempre tampoco es una opción.
Tiempo de actuar
La Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable (CNUDS) que se realizará en Río de Janeiro, Brasil, en 2012, podría ser sólo otra conferencia de alto nivel en la que se declare la necesidad de erradicar el hambre y la pobreza, detener el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la erosión de los suelos y otros severos problemas ambientales, para que, a final de cuentas, después de la conferencia la vida continúe como antes. Pero puede ser diferente. La conferencia tiene la oportunidad histórica de tomar decisiones importantes y acordar acciones que realmente ayuden a erradicar la pobreza y el hambre, y salvar el medio ambiente. ¡Es tiempo de actuar!
En este documento, el término “agricultura” se usa en un sentido amplio para hacer referencia a los múltiples tipos/sistemas productivos que incluyen el cultivo, la cría de ganado, el pastoreo, la pesca, la silvicultura y otros usos naturales para la producción de alimentos, su producción, recolección y cosecha en áreas urbanas y rurales, siempre que no se especifique otro significado o se le infiera del contexto.
La agricultura: un problema central…

Los sistemas alimentarios industriales y otras prácticas insustentables están causando daños ambientales importantes, incluyendo la erosión de biodiversidad y la pérdida de fertilidad del suelo, la sobreexplotación y contaminación del agua, contribuyendo así sustancialmente al calentamiento global. Este tipo de sistemas alimentarios y de producción de alimentos socavan las posibilidades de producir alimentos suficientes en calidad y cantidad para las generaciones presentes y futuras. Al mismo tiempo, estos sistemas agroindustriales empobrecen a millones de productores agrícolas de pequeña escala, crean oleadas cada vez mayores de miseria, hambre y migración y son causantes de problemas de salud a gran escala. En el mundo existen mil millones de personas que sufren inseguridad alimentaria grave, pero simultáneamente, la abundancia de alimentos y dietas no sanas están afectando al menos a otros dos mil millones de personas, ocasionando obesidad, enfermedades cardiacas, cáncer, diabetes y otros padecimientos, mientras aumenta la probabilidad de ocurrencia de grandes pandemias en el futuro próximo.
… y al mismo tiempo, la principal solución
Existen sistemas alimentarios viables y sustentables. Éstos han evolucionado y se han adaptado a lo largo de miles de años como diversas formas tradicionales de agricultura y son hoy más relevantes que nunca. Tienen la posibilidad, si es apropiado, de ser combinados con conocimientos más recientes en agroecología y otras formas de producción sustentable. Los productores agrícolas de pequeña escala proporcionanactualmente el alimento para cerca del 70% de la población mundial y la producción agroecológica de pequeña escala, junto con otras formas de agricultura sustentable y producción de alimentos, desarrolladas en el marco de la soberanía alimentaria, pueden:
• Eliminar la mayor parte del hambre y la pobreza,
• Reducir drásticamente el calentamiento global y sus impactos,
• Restaurar la biodiversidad, la fertilidad de los suelos y los recursos hídricos,
• Mejorar la calidad de vida y ofrecer empleo para miles de millones de personas,
• Producir alimento suficiente, de alta calidad, diverso y nutritivo para 9 mil millones de personas, o más.

La Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable en Río de Janeiro, en 2012, debería
1. Asegurar que la agricultura, en todas sus dimensiones, sea un tema central de la CNUSD 2012, y consecuentemente de las políticas públicas y las prácticas globales.
La agricultura es tanto una causa principal como una solución a los problemas ambientales, climáticos y sociales mundiales. La producción alimentaria industrial es una de las causas principales del daño social y ambiental planetario y su tamaño e impactos deben ser reducidos urgentemente. La solución se encuentra en sistemas de producción alimentaria ecológicos y de menor escala, tales como los practicados en la actualidad por millones de productores agrícolas quienes, si son adecuadamente apoyados, pueden incrementar sustancialmente la disponibilidad de alimentos, eliminando así el hambre, la inequidad y contribuyendo a revertir la degradación del medio ambiente. Estos sistemas, que actualmente constituyen el 70% de los alimentos de la población mundial, podrían aportar aún más si se les apoya y protege, porque son —en su mayoría— sustentables, (agro)ecológicos, biodiversos, tienen una alta capacidad de recuperación (resiliencia), ayudan a reducir el cambio climático y a lograr un desarrollo justo, ecológicamente sustentable y a la erradicación de la pobreza.
2.Otorgar un fuerte y creciente apoyo a los sistemas agroecológicos, de pequeña escala y a otras formas de producción alimentaria sustentables y ecológicas, lo mismo que a la investigación en este campo y a la creación de condiciones adecuadas para asegurar un abandono progresivo de los sistemas industriales de producción alimentaria social y ambientalmente destructivos, con el fin de producir alimentos en cantidad y calidad suficientes para una población proyectada de 9 mil millones de personas o más; crear empleo, comunidades vivas y economías justas para miles de millones de personas; ayudar a reducir el cambio climático; mantener y ampliar las funciones ecosistémicas, la biodiversidad y otros recursos naturales. El indispensable papel de las mujeres en la agricultura y sus necesidades especiales deben ser reconocidos y apoyados.
3.Regular, promover su cambio y apoyar la transformación de los sistemas agrícolas industriales y otras formas de agricultura insustentable con el fin de alcanzar una producción alimentaria basada en la pequeña propiedad, agroecológica y otras formas de producción de alimentos sustentables y ecológicas. Los gobiernos deberían, en cooperación con las organizaciones de pequeños productores rurales y campesinos, desarrollar políticas públicas y acciones concretas necesarias para lograr una transformación así, que garantice a los pequeños productores agrícolas acceso a la tierra, al agua, a las semillas nativas, mercados locales, al crédito, a las tecnologías agroecológicas y sistemas participativos de educación. Los gobiernos deberían regular y obligar a la agricultura industrializada a pagar por los impactos negativos ambientales y a la salud que generan.
4. Apoyar la soberanía alimentaria como el marco general de las políticas agrícolas y alimentarias y promover que las comunidades, pueblos, estados e instituciones internacionales reconozcan y logren la soberanía alimentaria. La soberanía alimentaria coloca el derecho de todos los individuos, pueblos y comunidades a acceder a alimentos suficientes, saludables y culturalmente apropiados como el eje de las políticas alimentaria, agrícola, ganadera y pesquera; en lugar de las demandas de corporaciones y mercados que priorizan las commodities para obtener lucros. La soberanía alimentaria localiza los sistemas alimentarios y otorga importancia al saber y capacidades de los proveedores de alimentos de pequeña escala, al tiempo que trabaja en armonía con la naturaleza mediante la provisión de alimentos a pequeña escala y ecológica.
5. Enfatizar la importancia del papel que desempeñan las organizaciones de productores agrícolas de pequeña escala. Los movimientos sociales fuertes son de vital importancia para lograr los cambios necesarios en las políticas y prácticas públicas e internacionales, así como para el desarrollo democrático y sustentable de las sociedades. Por tanto, es de la mayor importancia apoyar y fortalecer a las organizaciones de campesinos y pequeños productores y proveedores de alimentos y, especialmente, fortalecer la participación y el lugar que ocupan las mujeres. Es también importante poner especial atención, apoyar y fortalecer la participación activa de los jóvenes y las mujeres en estas organizaciones. Las organizaciones de campesinos y de productores y proveedores de alimentos de pequeña escala deben ser consultadas respecto a todos los temas relevantes y debe otorgárseles un papel de liderazgo en la definición de las políticas y acciones relacionadas con la alimentación y la agricultura.
6.Dar la bienvenida al reformado Comité de Naciones Unidas sobre Seguridad Alimentaria Mundial (CFS) como el cuerpo gubernativo para la alimentación, la agricultura y la política para el desarrollo rural y temas financieros relacionados y como el interlocutor en estos temas dentro de la nueva red ambiental de Naciones Unidas propuesta 4 (véase el numeral 12).
7.Otorgar al Comité de Naciones Unidas sobre Seguridad Alimentaria (CFS) el mandato de identificar las actuales deficiencias y límites que impiden la aplicación de los planes existentes y propuestos, así como para desarrollar un plan de implementación de las decisiones de la CNUSD 2012, el Capítulo 14 de la Agenda 21 y de la CNUSD 16/17, los hallazgos de la Evaluación Internacional del Conocimiento, la Ciencia y la Tecnología Agrícolas para el Desarrollo (IAASTD) y las recomendaciones sobre agroecología del Relator Especial de Naciones Unidas sobre el Derecho a la Alimentación en su informe de 2010, presentado ante la Comisión de Naciones Unidas sobre Derechos Humanos, asegurándose que las opiniones y las preocupaciones de los productores y proveedores de alimentos de pequeña escala sean tomadas en cuenta y respondan al mandato de incrementar la seguridad alimentaria.
8. Llamar a todas las naciones del mundo a establecer sus propios mecanismos/estructuras para dar seguimiento a la implementación de los hallazgos de la Evaluación Internacional del Conocimiento, la Ciencia y la Tecnología Agrícolas para el Desarrollo (IAASTD) con la plena participación de los campesinos, pastores, pescadores y otros productores y proveedores de alimentos de pequeña escala.
9. Apoyar la adopción de una Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Campesinos. En todo el mundo, los campesinos y pequeños productores agrícolas, trabajadores del campo y pueblos sin tierra son víctimas de violentas opresiones, criminalización, discriminación, expulsión de sus tierras y enajenación de sus modos de vida. Para enfrentar estos patrones únicos de violaciones se requieren medidas y mecanismos específicos que protejan a plenitud los derechos de los campesinos. Al respecto, debe crearse al interior de la Organización de las Naciones Unidas, un instrumento jurídico internacional para garantizar el respeto, la protección, el cumplimiento y la defensa de los derechos de los campesinos.
10. Resistir la mercantilización y comercialización de la naturaleza y todas las formas de comercio de carbono, como REDD+, el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) y otras, y particularmente la inclusión de la agricultura y absorción de carbono de los suelos, dentr de los mercados de carbono. Tales mecanismos de mercado no enfrentan las causas de fondo de las emisiones de gases de efecto invernadero de la agricultura, sino más bien, tienden a ofrecer incentivos perversos a los agentes contaminantes y beneficios a los emisores de gases de efecto invernadero.
11. Condenar las solicitudes de patentes multi-genómicas e impulsar a los gobiernos a bloquear o rescindir tales solicitudes. Los gobiernos deben también desarrollar un proceso intergubernamental claro para el examen riguroso de los impactos de los regímenes de propiedad intelectual sobre los organismos, materia y procesos vivientes.
12. Establecer una red ambiental de Naciones Unidas nueva, amplia, participativa y transparente. Dentro de esta red, los gobiernos del Sur global, con apoyo de la sociedad civil, podrán enfrentar coherentemente, el vasto espectro de temas climáticos, ambientales y sociales que actualmente están diseminados en una amplia variedad de tratados, fondos, programas y oficinas.
13. Comprometer a la Organización de las Naciones Unidas, en 2012, a un proceso de negociación que conduzca a una evaluación internacional de nuevas tecnologías (incluyendo bio y nanotecnología) y a la creación de un mecanismo de información que fortalezca la soberanía nacional y la capacidad de elección, así como respete también el Principio Precautorio y permita la construcción de capacidades, en los países en desarrollo y en las comunidades locales, para evaluar los impactos a la salud, ambientales, económicos y sociales de las tecnologías nuevas y emergentes.
14.Afirmar la integridad de la comunidad multilateral sobre las tecnologías dirigidas a enfrentar el cambio climático. Como parte de ello, establecer una prohibición legalmente vinculante a la geoingeniería.
15.Enfatizar que se respete el principio de responsabilidades comunes, pero diferenciadas. Los países industrializados deben pagar sus deudas ecológica y climática a los países en desarrollo, incluyendo el pago por los daños causados por sus emisiones históricas de gases de efecto invernadero.
20 políticas que Río+20 puede adoptar de inmediato
A continuación una serie de iniciativas que pueden ser aplicadas inmediatamente y que fortalecerán la soberanía alimentaria, reducirán el daño ambiental y apoyarán el trabajo innovador de los campesinos, productores y proveedores de alimentos de pequeña escala.
1. Restaurar el apoyo público a la agricultura para enfrentar la crisis alimentaria. La concentración corporativa de la cadena alimentaria, desde la década de los setenta, redujo severamente el apoyo del sector público tanto para la investigación como para el desarrollo rural. La asistencia a los productores agrícolas se redujo de 8 mil millones de dólares en 1984 a 3 mil 400 millones en 2004 (en dólares constantes de 2004). Los gobiernos deberían cooperar para establecer un impuesto suplementario por 5 mil millones de dólares anuales a los oligopolios alimentarios durante, al menos, los próximos 25 años, para recuperar una parte de las pérdidas generadas. Los fondos recuperados deberían ser directamente entregados a las organizaciones campesinas para apoyar sus iniciativas.
2. Convertir las tierras sujetas a acaparamientos (landgrabs) en tierras campesinas. Existe un creciente reconocimiento internacional de que los acaparamientos de tierra, públicos o privados, internos o transfronterizos, son factores causantes de la destrucción ambiental y de la soberanía alimentaria. Las aproximadamente 80 millones de hectáreas de tierra incluidas en estas transacciones deberían ser puestas a disposición de los campesinos y convertidas en 26.7 millones de granjas o unidades agrícolas de aproximadamente tres hectáreas cada una.
3. Convertir las tierras donde se producen biocombustibles a tierras productoras de alimentos. En 2007, Estados Unidos
y la Unión Europea destinaron 11 mil millones de dólares en subsidios estatales y aranceles para apoyar la producción de biocombustibles. Para 2006, 14 millones de hectáreas (1%) del total de tierra cultivable se utilizaban para la producción de biocombustibles (aportando sólo el 0.5% de la energía de uso primario global). Nuevas políticas deberían transferir las tierras destinadas hoy a la producción de biocombustibles a los campesinos sin tierras o con tierras pobres (4.6 millones de familias obtendrían así tres hectáreas cada una), duplicando potencialmente la producción agrícola (el tamaño promedio de una unidad agrícola en África y Asia es de 1.6 ha.), y los 11 mil millones de dólares en subsidios deberían destinarse a apoyar el desarrollo agroecológico de dichas unidades productivas.
4. Asegurar una alimentación suficiente, nutritiva y apropiada para al menos 9 mil millones de personas hacia 2050. Actualmente, los cereales utilizados para el forraje animal podrían cubrir las necesidades calóricas anuales de más de 3 mil 500 millones de personas. La población mundial actual es poco menos de 7 mil millones de personas. No existe ninguna barrera tecnológica para que podamos cubrir nuestras necesidades alimentarias futuras.
5. Adoptar políticas que reduzcan la erosión de los suelos para proteger la seguridad alimentaria de largo plazo. En nuestros días, la cadena alimentaria industrial conduce a un pérdida anual de suelo vegetal que asciende a 75 mil millones de toneladas y le cuesta al mundo 400 mil millones de dólares. Una oligarquía conformada por las diez principales empresas globales de fertilizantes impide el buen manejo de los suelos. Los sistemas campesinos de conservación de los suelos recurren al empleo de microorganismos naturales, los cuales son responsables por la fijación de entre 140 y 170 millones de toneladas de nitrógeno, que equivalen al ahorro de 90 mil millones de dólares en fertilizantes químicos. Deben aplicarse políticas para apoyar este tipo de estrategias de conservación. El manejo mejorado de la tierra, especialmente mediante el uso de técnicas campesinas, podríaincrementar el Producto Interno Bruto de las naciones entre un 3 y un 7 por ciento.
6.Reducir los desperdicios en las cosechas. Actualmente, los desperdicios anuales de alimentos equivalen a más de la mitad de la cosecha global de cereales (2 mil 300 millones de toneladas), lo cual significa una producción innecesaria de aproximadamente 500 millones de toneladas de gases de efecto invernadero. Los desperdicios de alimentos en los países industrializados oscilan entre 90 y 111 kilogramos por persona al año. Una serie de nuevas políticas debería reducir inmediatamente los desperdicios de cosechas en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en 90%, con el fin de que éstas se mantengan en un nivel similar al del África Subsahariana y el Sudeste de Asia, que oscila entre los 9 y los 11 Kg. Por persona al año.
Políticas para transformar la cadena alimentaria en una red alimentaria:
7. Fortalecer la red alimentaria y romper la cadena alimentaria. Los oligopolios en los insumos agrícolas reducen la eficiencia y desalientan la resiliencia necesaria para responder a los nuevos retos ambientales y a la salud. Actualmente, seis corporaciones (Monsanto, DuPont, Syngenta, Dow, Bayer y BASF) controlan el 71% de los químicos para la agricultura, 58% de la venta de semillas comerciales y (en conjunto con sus sociosbiotecnológicos), controlan el 77% de las patentes y solicitudes de patente de los llamados cultivos “climáticos”. Este oligopolio de seis empresas obstaculiza la innovación, favorece el despilfarro de energía y promueve sustancias químicas nocivas para el ambiente y la salud. Las políticas de competencia deben dirigirse a romper la cadena alimentaria industrial. Deben establecerse nuevas políticas que favorezcan la diversidadde los mercados y la investigación que apoye el desarrollo de los sistemas agroecológicos. La diversificación de los mercados —tan sólo para las semillas—, podría incidir en la reducción de sus precios hasta en 30% y ahorrarle a los campesinos del mundo más de 9 mil millones de dólares anualmente.
8.Fortalecer los derechos de las mujeres productoras de alimentos. Las mujeres constituyen entre 60 y 80% de los productores agrícolas y producen 90% de los alimentos en África y casi la mitad de todos los alimentos que se consumen en el mundo anualmente. No obstante, en el África Subsahariana, sólo 15% de los propietarios de tierras son mujeres y reciben menos del 10% del crédito y servicios complementarios. Las políticas dirigidas a eliminar las inequidades de género podrían, por lo mínimo, incrementar los rendimientos de las unidades agrícolas dirigidas por mujeres entre 2.5 y 4 por ciento.
9.Diversificar el procesamiento y la comercialización de ventas de alimentos directas al consumidor. Hoy día, los mayores oligopolios en la comercialización de alimentos al menudeo controlan entre 40 y 50% del mercado de alimentos en América Latina, 10% en China, 30% en Sudáfrica y 50% en Indonesia. Las 100 mayores empresas procesadoras de alimentos controlan 77% de los alimentos empaquetados en el mundo y entre 10 y 11% de las ventas de alimentos al menudeo. Los sistemas campesinos alimentan a 70% de la humanidad, incluyendo a los más vulnerables. Las políticas de competencia deberían eliminar las prácticas oligopólicas y deberían establecerse nuevas políticas para ampliar y diversificar las opciones para los consumidores, reducir la necesidad del procesamiento de los alimentos y apoyar el almacenamiento y distribución local de los alimentos.
10. Prohibir las tecnologías agrícolas tipo “Terminator”. En la actualidad, aunque está vigente una moratoria de las tecnologías Terminator, algunos gobiernos maniobran para que esa moratoria sea levantada en 2012. Río+20 debe establecer una moratoria global. En Etiopía, aproximadamente 90% del total del área cultivada con trigo se planta con semillas conservadas localmente. Si se llegan a comercializar las semillas Terminator y se fuerza a los campesinos etíopes a comprar semillas nuevas cada vez que las necesitan plantar, ello les implicaría un costo de 66 millones de dólares anuales. Los productores brasileños de soya que guardan y reutilizan sus semillas se verían forzados a gastar 407 millones de dólares anuales si la prohibición de las semillas Terminator en Brasil fuese levantada. En las Filipinas, se estima que el 59% del arroz es plantado con semillas campesinas conservadas. Si esos productores arroceros fuesen obligados a comprar semillas nuevas cada temporada, gastarían 172 millones de dólares por año. Si los productores de trigo canadienses (que ahora cultivan trigo en 8.36 millones de hectáreas con semillas campesinas conservadas) fuesen forzados a adquirir en el mercado las semillas Terminator, el costo anual total que tendrían que desembolsar ascendería a 85 millones de dólares.
11.Reducir el dispendio de agua dulce en las industrias de procesamiento de alimentos y bebidas. Cinco empresas globales de alimentos y bebidas (Nestlé, Danone, Unilever, Anheuser Busch y Coca-Cola), consumen el agua equivalente a las necesidades domésticas diarias de todas las persona del planeta. Actualmente, por ejemplo, se requieren 12 mil litros de agua para producir y procesar medio kilogramo de chocolate. El agua requerida para producir 65 millones de kilogramos de carne molida —el monto retirado del mercado y destruido en Estados Unidos en 2008, debido a violaciones de sanidad alimentaria— era equivalente a la cantidad de agua necesaria para irrigar 100 mil hectáreas de tierras secas durante un año. Los modelos de producción campesina que privilegian el consumo local, consumen poca o ninguna agua. Las políticas deben priorizar el consumo local e imponer impuestos muy elevados a las empresas procesadoras de alimentos y bebidas que despilfarran el agua. Políticas para reducir la huella ecológica de la agricultura y mejorar la salud:
12.Mejorar la salud y reducir el daño ambiental. Actualmente, un adulto promedio que habita en un país de la OCDE come el equivalente (innecesario y no saludable) de una comida extra al día (aproximadamente 750 calorías extra). Cerca del 25% del agua y la energía —y de los gases de efecto invernadero asociados— que se producen en los países de la OCDE se destinan a la producción de “alimentos excedentarios”. Al menos 50% de los adultos que viven en los países de la OCDE tienen problemas de sobrepeso y obesidad. La obesidad cuesta a los países de la OCDE casi 300 mil millones de dólares anuales, un monto que sería más que suficiente para cumplir todas los Objetivos de Desarrollo del Milenio para 2015, dejando además, un sobrante de 100 mil millones.
13. Reducir el consumo de carne y productos lácteos en los países de la OCDE. Según estimaciones de la ONU, la demanda global de carne y producto lácteos se duplicará hacia 2050. El consumo per cápita de carne en los países de la OCDE es 10 veces superior al de los países del Sur global. Una reducción de 25% en el consumo global de productos cárnicos reduciría nuestras emisiones de gases de efecto invernadero en 12.5 por ciento.
14. Eliminar el desperdicio y la devastación ambiental de la industria pesquera. Actualmente, el cultivo industrial de pescado requiere de 6 toneladas de peces silvestres para producir una tonelada de pescado y entre 1.5 y 3 toneladas de alimento para cosechar una tonelada de salmón cultivado. La pesca campesina y los estanques familiares reciclan los nutrientes y casi no generan desperdicios. Las políticas deben incorporar los desperdicios en la contabilidad de los impuestos que deben pagar las granjas industriales de pescado.
15. Fortalecer los sistemas alimentarios urbanos y periurbanos. En estos tiempos, los consumidores británicos desechan 243 litros de agua por día en comida desperdiciada. Esto representa un 6% del consumo de agua total del Reino Unido y una y media vecesmás que la necesidad personal media de agua por día. Actualmente, entre 25 y 30% del agua dulce en las áreas urbanas —aproximadamente 45 mil millones de litros— se pierde por fugas en las tuberías, lo cual cuesta a los gobiernos municipales cerca de 14 mil millones de dólares anuales. El agua urbana desperdiciada por las fugas podría satisfacer las necesidades de agua de 200 millones de personas o 4.5 millones de pequeñas huertas urbanas. Si los 243 litros de agua que se desechan diariamente en el Reino Unido por el desperdicio de comida fuesen puestos a disposición de los cultivadores urbanos, podrían producirse 18 mil tomates por año, 3 mil 240 lechugas cada 60 ías, 900 coles cada 90 días o 9 mil cebollas cada 120 días. Las políticas deberían promover la agricultura urbana (incluyendo el acceso al agua dulce de calidad), lo cual mejoraría la eficiencia en el uso del agua, el reciclaje de los desechos y favorecería la nutrición local.
Políticas para favorecer la innovación y diversificación de la red alimentaria:
16. Apoyar las estrategias campesinas de conservación in situ. Existe un consenso general respecto a que la adaptación de la agricultura al cambio climático dependerá de la conservación e introducción de los parientes silvestres de los cultivos. Los esfuerzos vigentes, sin embargo, alcanzan sólo a recolectar alrededor de 700 especies. Los campesinos conservan entre 50 mil y 60 mil especies de parientes silvestres de los cultivos tradicionales. Su estrategia de conservación y crianza in situ debe ser apoyada.
17. Favorecer la siembra y la producción de los cultivos subutilizados. Hoy día, la cadena alimentaria industrial se concentra en 150 especies y casi toda la investigación se reduce a 12 especies. La red alimentaria campesina siembra y nutre 7 mil cultivos alimentarios, ofreciendo un enorme potencial para responder al cambio climático. Las políticas públicas deben fortalecer dichos esfuerzos para diversificar la red alimentaria.
18. Reestructurar las prioridades de investigación para apoyar los cultivos campesinos. Durante el último medio siglo, los productores industriales han generado alrededor de 80 mil variedades de plantas (incluyendo 7 mil de centros internacionales de investigación). Casi 60% de los cultivos comerciales privados son de carácter ornamental. En el mismo periodo, los campesinos han contribuido con casi 2.1 millones de variedades de alimentos y forrajes. Las políticas deben entregar la dirección del desarrollo de cultivos a las organizaciones campesinas, duplicar el acceso a los bancos genéticos para favorecer el desarrollo de cultivos y el intercambio de variedades de plantas y semillas entre unidades agrícolas de pequeña escala, así como eliminar las regulaciones monopólicas que inhiben la innovación. El gasto público en investigación agrícola debe incrementarse y la mayor parte de la investigación debe estar dedicada al desarrollo de soluciones agroecológicas para enfrentar los retos que vendrán, mediante la promoción de sistemas alimentarios biodiversos y con capacidad de resiliencia.
19. Promover la resiliencia en las especies y variedades de ganado, así como reintroducir los animales tradicionales y locales en las granjas. En la actualidad, tres o cuatro multinacionales controlan el pie de cría de cada uno de los cuatro principales animales de granja (ganado, cerdos, pollo para carne, gallinas ponedoras y pavos). En total, cien variedades constituyen casi toda la producción comercial de carne y lácteos. Adicionalmente, tres grandes empresas concentran el 43% de la producción de medicamentos veterinarios y otras tres controlan el 25% de la producción industrial de forrajes en el mundo. A medida que la cadena agro-industrial continúa estrechando el rango de las especies y variedades de ganado disponibles para enfrentar el cambio climático, los campesinos mantienen 40 especies de ganado y 7 mil 616 variedades que, de otro modo, se extinguirían. Las políticas deben apoyar la conservación y la crianza campesina de estos animales y los derechos de los productores pecuarios tradicionales. Debe promoverse la producción de carne, lácteos y forrajes derivados de animales de pastura en pequeñas granjas o localidades y debería eliminarse todo uso de antibióticos no terapéuticos en la producción pecuaria.
20.Conservar y promover la pesca marina y de agua dulce, de pequeña escala. En la actualidad, la pesca industrial comercializa 363 especies y el sistema industrial ha eliminado 20% de todas las especies de agua dulce, mientras la sobreexplotación pesquera ha eliminado casi todas las especies marinas populares. Los pescadores artesanales protegen y cosechan más de 22 mil especies sólo de agua dulce. Las políticas deben fortalecer el apoyo a los pescadores campesinos.
Organizaciones que apoyan este documento (29.08.2011)
African Biodiversity Network (ABN), AS-PTA – Agricultura Familiar e Agroecologi (Brazil), ANGELS Foundation (Nigeria), Bangladesh Krishok
Federation, Biovision (Switzerland), Center For Environmental Education And Development (Brazil), Centre for Environmental Policy
and Advocacy (Malawi), Centro Ecológico (Brazil), Cercle pour la défense de l’environnement - CEDEN (RDCongo), CIPRES (Nicaragua),
Development Fund (Norway), EcoNexus (International), ETC-group (International), Federación de cooperatives para el desarrollo (Nicaragua),
FIAN Belgium, FoodFirst (USA), Fundaexpresion (Colombia), Improved Stoves Association (Kenya), Katosi Women Development Trust
(Uganda), Latin American Scientific Society of Agroecology (SOCLA), MAUDESCO / FoE (Mauritius), More and Better (International), National
Fisheries Solidarity Movement of Sri Lanka, SINERGIA (Bolivia), Support for Women in Agriculture and Environment – SWAGEN (Uganda), The
Royal Norwegian Society for Development (Norway), Third World Network (International),

Ecosimia

ECOSIMIA (El Ecosistema es Responsabilidad Mia), conocido previamente como SINTRAL, es a Sistema que negocia del intercambio local (DEJA) y describe una estructura económica alternativa en Ecuador. Impulsado por la Fundación Educativa Pestalozzi (un proyecto alternativo de la escuela en Tumbaco), el primer SINTRAL-mercado funciono en 1992.

ECOSIMIA permite negociar sin usar la modernidad oficial y es activo actualmente en 13 provincias de Ecuador. Las transacciones dentro del grupo proporcionan un valor numérico, y se convierten en cheques. Una copia de estos cheques va al banco local, que realiza una memoria social para el grupo. El valor numérico tiene puramente significado de la estadística: no hay deudas y no es posible exigir equivalente a este número. Las transacciones en un nivel regional se convienen directamente entre los grupos.
El comenzar el año 2000 la situación económica para la mayor parte de la gente en Ecuador llegó a ser más drástica por la introducción del Dólar de los E.E.U.U. como divisa nacional. Durante esta crisis salvaje, Mauricio (el co-fundador del Fundación Educativa Pestalozzi) decide crear una red descentralizada de grupos para negociar por todas partes el país. Estos grupos se separaron particularmente en las áreas rurales de Ecuador. Hay hoy ya cerca de 140 Ecosimia-grupos en Ecuador.
ECOSIMIA es un sistema que es similar al muchos DEJA (Sistema que negocia el intercambio local) existiendo alrededor del mundo: En este caso particular un número de tales grupos por todas partes de Ecuador han decidido juntos formar una red que funciona a nivel nacional.
Muchos miembros de Ecosimia sin embargo, han observado que el cambio en las relaciones del intercambio representa solamente un lado de su experiencia.
También han descubierto que ocurre cierta transformación, ligada al uso de tal modernidad, aportando un nuevo sentido de la responsabilidad: para su ámbito de desarrollo, para las relaciones de la familia, para la educación de los niños y para las cuestiones de la salud.
Incluso los aspectos culturales entre la gente se pueden cambiar fundamentalmente con el uso de Ecosimia, incluyendo por ejemplo, la cooperación espontánea entre las mujeres y los hombres.
Como consecuencia de esta experiencia, en una reunión de SINTRAL, celebrada del 20 al 22 de abril de 2006, el nombre SINTRAL fue cambiado a ECOSIMIA, del “español EL ECOSISTEMA ES RESPONSABILIDAD MIA”, significado: “el ecosistema es mi propia responsabilidad”. En este contexto, la palabra “ecosistema” se entiende como la inerrelación de la diversidad social junto con todas los otros elementos que permiten la Biodiversidad como un concepto complejo, en el cual las personas estab incluidos.

MONEDAS COMPLEMENTARIAS COMO UNA HERRAMIENTA PARA PROMOVER DESARROLLOS SUSTENTABLES

YASUYUKI HIROTA (mig@olccjp.net)


Ritsumeikan Asia Pacific University, Beppu, Japón


Resumen: Se encuentran cada vez más sistemas de moneda complementaria, un medio paralelo de intercambio para permitirle a la sociedad civil más control sobre las actividades económicas y desarrollos sustentables. Este artículo comenzará con algunos fallos de nuestro sistema monetario actual, seguidos por algunas prácticas de monedas complementarias que demuestran cómo se logra este fin.
INTRODUCCION
Existen cada vez más iniciativas en varios continentes en que se intercambian bienes y/o servicios sin usar euro, dólar, libra esterlina, yen japonés y/u otras divisas de curso legal. Los sistemas LETS en muchos países, Time Dollar / Timebank / Bancos del Tiempo en Estados Unidos / Reino Unido / España etc., iniciativas de Regio (moneda regional) en Alemania y el proyecto SOL en Francia son nada más que la punta del iceberg de este enorme movimiento.
Se concibió la expresión “monedas complementarias” cuando BERNARD LIETAER, economista belga que escribiría después un libro dedicado a este tema, entregó un informe a la Comisión Europea (RIZZO, 2003) porque, según él, juegan un rol complementario para satisfacer un campo que permanecería insatisfecho. Teóricamente tiene este esquema la posibilidad de formarse a nivel global, aunque la gran mayoría se pone en práctica a nivel local o regional (subnacional).
¿PORQUÉ ES EL SISTEMA MONETARIO ACTUAL ES INSUSTENTABLE E INJUSTO?
KENNEDY (1995) explica la insostenibilidad del crecimiento exponencial eterno con la tabla 1, comparando nuestra economía al cáncer que termina agotando la misma vida del ser humano.
Tabla 1: Los tres tipos del crecimiento.
La curva A representa el crecimiento natural, por ejemplo los seres humanos crecen cuantitativamente cuando son niños pero llegan al límite cuando se convierten en adultos mientras que la curva C, por ejemplo el cáncer, crece cada vez más rápido para matar al cuerpo. Y concluye KENNEDY que nuestra economía, basada en el crecimiento exponencial, está destinada a explotar todos los recursos naturales para poder mantener su crecimiento eterno = la curva C y es por eso insustentable.
Fuente: Kennedy(1995).
Además comprueba KENNEDY, con la tabla 2, que nuestro sistema monetario con tasa de interés es injusto.
Tabla 2: Comparación de renta y gasto de interés por familias.
La cantidad de interés que paga (en gris) y recibe (en negro) cada familia, clasificada en grupos de acuerdo con su ingreso de pobres a ricos. Muchas familias pagan la tasa de interés aunque ellas mismas no están endeudadas porque el precio que paga para cada producto (bicicleta, por ejemplo) o cada servicio (boletos de tren, por ejemplo) incluye el costo de interés, y la tabla muestra que el 80 % de familias pobres pagan más que reciben mientras que el 10 % de familias más ricas reciben más que pagan, lo que constata que nuestro sistema monetario está redistribuyendo nuestra riqueza a favor de los ricos y en detrimento de los pobres.
Fuente: Kennedy(1995)
Hay que destacar además que este sistema no es favorable para proyectos a largo plazo. BRUNNHUBER (2003) explica que el pino que valdrá 100 € dentro de 10 años está cotizado en este momento a 61 €, si la tasa de interés es del 5 % (=100 / 1,0510, porque así lo evalúa el mercado financiero) mientras que el roble que valdrá 1.000 € dentro de 100 años vale en este momento apenas 7,60 € (=1000 / 1,05100), lo que hace que los inversores prefieran los proyectos a corto plazo a otros a largo plazo, aunque lo contrario podría pasar al introducirse un dinero oxidable (véase abajo) en que el mismo pino valdría en este momento167 € si la tasa de oxidación fuese del 5 % (=100 x 1,0510) mientras que el roble valdría170 000 € (=1.000 x 1,05100).
El interés hace que muchas obras públicas sean deficitarias al tener que añadir el interés y los gastos de mantenimiento para una vida de la obra civil, no superior a 50 años..
2. EL ROL DE MONEDAS COMPLEMENTARIAS
Empezamos por aclarar porqué y a qué son complementarias. LIETAER (2001), menciona el hecho de que nuestra economía actual está demasiado inclinada hacia Yang con poco Yin desde el punto de vista del dualismo taoísta (yin-yang, tabla 4), sugiriendo el uso de monedas complementarias para equilibrar nuestra sociedad por brindar elementos de Yin.
Tabla 4: Coherencias Yin y Yang (Masculino y Femenino)

Curiosamente SOROS (2003) da su visión similar a la de LIETAER: “El comercio internacional y los mercados globales son muy buenos en generar riqueza, pero no pueden cuidar otras necesidades sociales, tales como el mantenimiento de la paz, protección ambiental, condiciones laborales o derechos humanos, lo que se suele llamar, bienes públicos”.
Otro punto importante de LIETAER (2001) es su definición de dinero como “el acuerdo dentro de una comunidad de usar algo como medio de intercambio”, y que el acuerdo, similar al reglamento y distinto a las leyes naturales, se le puede alterar si sus usuarios quieren satisfacer las demandas mencionadas arriba. Vamos a ver qué tipo de nuevos “acuerdos” se han puesto en marcha y qué roles “complementarios” juegan estas herramientas de intercambio.
3. INICIATIVAS DE MONEDAS COMPLEMENTARIAS
3.1. LETS / SEL / Tauschring (varios países)
El sistema más conocido de monedas complementarias son los LETS, y su primer sistema fue implementado en Commox Valley, Columbia Británica, Canadá por MICHAEL LINTON en 1982. Después se expandió a otros países, sobre todo en Reino Unido, Australia, Canadá, Francia (donde se denomina SEL «Systèmes d’Échanges Locaux») y Alemania (donde se denomina «Tauschring»), pero en este artículo quisiera presentar una iniciativa «Hanbat LETS2» en Daejeon, Corea del Sur según Chun (2006).
Se implementó Hanbat LETS en 2000 como una iniciativa de Agenda 21 en colaboración con varias ONGs locales, con los fines de 1) crear un estilo de vida comunitario en la ciudad, 2) crear un sistema económico sustentable por establecer un proceso de producción, circulación, consumo y reciclaje, 3) proyectos para crear empleos para los desempleados, amas de casa y los ancianos además del desarrollo y utilización de manos de obras inutilizadas, 4) proyectos de difundir el movimiento LETS, 5) participación a movimientos alternativos para resolver problemas sociales, 6) lograr otros proyectos que son necesarios.
Este sistema de LETS sirvio para fundar varias actividades, sobre todo la cooperativa médica tradicional que acepta pagos en duru (puntos de LETS) en vez de won (divisa nacional) e inició diversas clases como artesanato, música, idiomas extranjeros y aprendizaje del uso de computadoras, varios eventos (tales como festivales deportivos, un club de cultivo y una fiesta de cocina). Los socios ven este sistema como un espacio de reinventar su forma de vida tradicional y comunitaria que vivían ellos mismos antes de la modernización, tratando de nutrir relaciones humanas entre sí. Se multiplicó la venta anual en duru y won desde 8.813.300 duru + 8.677.500 won = 17.490.800 (aprox.11.300 €) en 2001 a 65.160. 426 duru + 56.115.250 won = 121.275.676 (aprox.78.560 €) en 2005, gracias al entusiamo del ggrupo motor de invitar a la gente a participar en este nuevo medio de intercambio/relaciones humanas además de permitir que las amas de casa aprovechen sus talentos y/o establezcan sus nuevas empresas, dado que la mayoría de mujeres en Corea del Sur tienen que dejar de trabajar al casarse y/o tener su primer hijo.
Es importante destacar el hecho de que en Corea del Sur (no sólamente en Hanbat LETS sino en otros sistemas similares también) se suele usar la palabra «Pumasi» cuyo significado original es «ayuda mutua en el trabajo de huerta», para designar este movimiento: Este país asiático empezó a vivir el proceso de modernización en la década 1960 cuando abandonaron muchos jóvenes sus pueblos natales para ir a la universidad y/o para conseguir un empleo en Seúl u otras ciudades industriales, lo que significa que una buena parte de la población urbana todavía se acuerdan de su vida tradicional en el campo aunque no la vivan. Se introdujo LETS cuando el país todavía sufría de las cicatrices de su crisis financiera de 1997 con el fin de recuperar una vida comuntaria y los coreanos lo comprendieron como un instrumento de promover este tipo de relaciones humanas donde abundan el Yin como cooperación y confianza mutua, muy distintas a las de la vida del mercado formal donde se exigen valores de Yang como jerarquía1 y competencia. Las nuevas relaciones humanas gracias a la confianza mutua fomentada en este sistema y una variedad de actividades comunitarias arriba mencionadas son ya testigos de la complementaridad de esta herramienta que ha conseguido promover el Yin en la sociedad coreana, mejorando la vida de los socios y haciéndola más sustentable.
3.2. Time Dollar y otros sistemas de ayuda mutua (varios países)
Otro sistema bastante conocido a nivel internacional es Time Dollar en Estados Unidos y otros en España, Japón y Reino Unido etc. El Time Dollar fue creado por el abogado estadounidense Edgar Cahn y se implementó el primer sistema en Washington D.C. como un instrumento de promover la justicia social para que se ayudaran los pobres. Este sistema, a diferencia de LETS y otros mencionados abajo, no pretende intercambiar bienes y/o servicios comercializables (como comida y asistencia médica) sino se limita a la oferta de ayuda mutua de servicios domésticos y/u otros no profesionales (como preparación de comida casera, conducción de coches, enseñanza de computación y ayuda de materias escolares etc.). Se estableció el primer sistema en Reino Unido en 1998 con el nombre de Timebank y en 2002 existían ya 36 bancos activos con 2196 participantes que habían trocado casi 64 000 horas (SEYFANG y HIROTA, 2007). En España hay unos 60 sistemas parecidos en el nombre de Bancos del Tiempo (Banc del Temps en catalán) para intercambiar varios servicios, con algunos enfocados a los adolescentes.
Existe otro sistema bastante desarrollado de ayuda mutua en Japón desde la década 1970. conocido al exterior del país como «Fureai Kippu», es una experiencia similar al Time Dollar y sus variantes en el sentido de que su meta es promover la ayuda mutua dentro de la comunidad, pero es distinto respecto al hecho de que cada hora de trabajo está respaldada por el Yen, además de que se pone más énfasis en la ayuda a los ancianos sin tratar de integrar a los adolescentes. Quien pide ayuda paga, por ejemplo, 600 yenes (aprox.3,80 €) por una hora de ayuda a la oficina que administra este sistema y se le agrega una hora a la cuenta del/de la voluntario/a en la oficina. El/La voluntario/a puede optar por recibir horas acumuladas de ayuda cuando necesite o por reembolsarlas en yen, por ejemplo 420 yenes (aprox.2,65 €) por hora (HIROTA, 2006b), aunque es inferior al salario mínimo2 pero no es puesto en duda porque los voluntarios que ofrecen tales servicios de la vida diaria no son considerados como trabajadores y que en muchos casos ellos prefieren esas horas de servicio a remuneraciones en dinero. Este sistema jugaba un papel importante en la sociedad japonesa hasta 2000 cuando se introdujo el seguro público de cuidado a los ancianos con deficiencia.
Estos sistemas no tienen mucho que ver con la economía formal, ya que las actividades que se realizan no son conmensurables. Es importante subrayar, sin embargo, el hecho de que son los aspectos descuidados por la economía formal (en el sector de Yang) y por lo tanto satisfacen las demandas sociales de la comunidad, fomentando el capital social que ayudaría la economía formal también, sobre todo en momentos cuando el sector público se ve obligado a disminuir su función como Estado del Bienestar. En otras palabras, tales sistemas tienen la potencialidad de disminuir la dependencia popular a la asistencia pública, ayudando a que el sector público reduzca su gasto y mejore su balance financiero, sirviendo a que el sector público sea más sustentable.
3.3. Chiemgauer (Prien am Chiemsee, Alemania)
Tanto KENNEDY como LIETAER sigue trabajando desde 2003 para la puesta en marcha de monedas regionales (denominadas como REGIO), creando la red nacional de iniciativas. KENNEDY y LIETAER (2004) las definen como una forma de moneda complementaria con el fin de satisfacer las necesidades insatisfechas con los recursos inaprovechados a nivel regional.
Estas iniciativas difieren de los LETS, ya que REGIO trata de un área geográfica más grande de entre 10.000 y 1.000.000 de habitantes, con la expectativa de reemplazar el 30 % de todas las actividades económicas. 28 iniciativas en Alemania, Austria y Suiza están funcionando en abril de 2.008 y en este artículo quisiera limitarme a describir brevemente el caso más exitoso que se llama Chiemgauer, un sistema que funciona desde enero de 2003 en Prien am Chiemsee, Baviera, que es un balneario entre Munich y Salzburgo, Austria.
Chiemgauer fue fundado por alumnas de una escuela Waldorf bajo la supervisión de CHRISTIAN GELLERI, profesor de economía cuando ellas estuvieron interesadas en implementar un sistema tras conocer la teoría de monedas complementarias. Se emiten billetes de 1, 2, 5, 10, 20 y 30 Chiemgauers (equivalentes al euro), cada uno con la pintura diseñada por alumnos.
Foto 5: Billetes de Chiemgauer con la Regiocard
Los usuarios cambian euros en Chiemgauer en la oficina de la ONG que quieren apoyar y pagan estos vales en tiendas locales que los aceptan, aunque la Regiocard permite que sus usuarios obtengan esta moneda regional sin tener que visitar la ONG cada vez que quieran sacar.
Las tiendas pueden comprar sus mercancías en Chiemgauer o reembolsarlos en euros si no les importa perder la tasa del 5 % de comisión, cuyo 2 % se gasta como costo administrativo de la oficina de Chiemgauer y el resto del 3 % se queda en la ONG.
Vamos a ver qué ventajas tiene cada actor con este sistema.
ONGs: obtienen 100 Chiemgauer al precio de 97 € y los revenden a sus socios etc. a100 €, ganando 3 € por cada venta de 100 Chiemgauer
Consumidores: cambian euros en Chiemgauer en la ONG que quieren apoyar y compran bienes con estos vales en tiendas locales, apoyando la ONG financieramente sin hacer ningún gasto especial.
Tiendas locales: aceptan Chiemgauer como equivalentes de euros y los gastan para comprar mercancías a otras empresas locales o los reembolsan en euros, pagando el 5 % de comisión. Se justifica esta comisión por el hecho de mejorar la imagen de estas empresas por apoyar actividades comunitarias a través de Chiemgauer, ganando la confianza de la comunidad y llevando al final y al cabo al aumento de su venta.
Otra característica de Chiemgauer es que se ha introducido la oxidación propuesta por GESELL (1920) con el fin de que esta moneda complementaria no sea un medio de atesoramiento sino aquel de intercambio. Se requiere pegar un sello del 2 % del valor del billete (0,10 € para 5 Chiemgauer, por ejemplo) cada tres meses para mantener su validez, lo que hace que los portadores de esta moneda complementaria no la atesoren sino gasten cuanto antes y que como consecuencia se estimule la economía regional.
En 2007 participaron 2.186 socios (de los cuales 631 eran empresas) con 195.008 Chiemgauer en circulación en abril de 2008. La venta anual de empresas en Chiemgauer en 2007 fue de 2.254.168 €, con el 61 % de aumento que el año anterior y como consecuencia las donaciones a ONGs también crecieron a 25.698 € (53 % más que el año anterior). La oficina de Chiemgauer también es una ONG, por lo tanto está administrada por sus socios de forma democrática.
Chiemgauer sirve para la sustentabilidad de las actividades sociales y económicas en la región por brindar ingresos especiales a las ONGs y crear otro circuito económico regional que es distinto al transnacional de euros, ya qu las empresas socias se hacen más competitivas gracias al incentivo otorgado por este sistema de que las empresas socias no reembolsen Chiemgauer en euro sino los gasten en otras empresas socias. Se considera Chiemgauer como una represa que detiene el dinero = el poder adquisitivo dentro de la región para que no se les escape ni a grandes ciudades financieras ni a multinacionales, renforzándola y haciendo más viable su desarrollo sustentable y autóctono.
3.4. Banco WIR (Suiza)
El Banco WIR fue fundado en 1934 como una cooperativa y desde entonces sigue emitiendo y manejando su propia moneda complementaria, llamada «WIR» (que quiere decir «nosotros» en alemán), con el fin de estimular transacciones entre pequeñas y medianas empresas socias suizas sin que el dinero se les escape ni a las multinacionales ni al exterior (dado que los precios en Suiza suelen ser mucho más altos que en sus países vecinos, todos los cuales pertenecen ya a la Eurozona) y a partir del año 2000 empezó a aceptar socios invidivuales también. Los socios pueden pedirle al Banco WIR préstamos en WIR (equivalente al franco suizo (CHF)), una moneda complementaria electrónica que pueden gastarse para pagos a otros socios del banco, en paralelo con CHF (por ejemplo 40 WIR y 60 CHF en vez de 100 CHF). En 2006 está en circulación 792,0 millones de WIR y la venta anual de todos los socios en esta moneda complementaria es de 1.670 millones de WIR.
Las ventajas de participar al Banco WIR para empresas son las siguientes:
Aumento de venta: pueden atraer más clientes socios por aceptar WIR, consiguiendo aumentar la venta en CHF también.
Tasa de interés más baja: La creación monetaria por el propio Banco WIR hace innecesaria la tasa oficial que normalmente pagarían los bancos comerciales al Banco Central, lo que permite que la cooperativa ofrezca préstamos más baratos a sus socios.
STODDER (2000) aclara que este banco juega un papel de amortiguar las vicisitudes económicas, mostrando el hecho de que el crecimiento en el número de los socios del Banco WIR tiende a seguir el de los desempleados en Suiza mientras que el crecimiento del PIB va justamente en contra del de transacciones y préstamos en WIR además del inventorio contra transacciones en WIR, lo que aclara su rol complementario, a saber:
Más empresas participan al Banco WIR cuando aumenta el desempleo en Suiza.
Aumentan las transacciones y préstamos en WIR cuando está estancado el PIB suizo
Se logran más transacciones en WIR cuando las pequeñas y medianas empresas suizas tienen más producción y hay menos liquidez en en la moneda oficial.
Otro punto importante acerca del Banco WIR es el hecho de que es una cooperativa de las empresas e individuos socios: por lo tanto está gerenciado por sus usuarios, muy contrario a otros bancos comerciales que gozan de su poder autoritario sobre empresas que pidenpréstamos. Su meta no es maximizar su lucro en detrimento de sus deudores = socios sino brindarles beneficios, y por lo tanto se hace posible gerenciarse en pro de sus socios.
Los beneficios en cuanto al desarrollo sustentable es muy fácil de comprender en el caso del Banco WIR: tanto el aumento de venta como el acceso a préstamos más baratos ayudan la gestión de las empresas socias de forma duradera, y el hecho de que el Banco WIR no tiene que perseguir la maximización de su lucro le permite ofrecerles condiciones favorables a sus usuarios = socios.
3.5. Projet SOL (Francia)
Hay una iniciativa directamente relacionada al desarrollo de la economía social en Francia que utiliza tarjetas inteligentes. Este proyecto fue propuesto por VIVERET (2003) quien entregó un informe a la Presidencia Francesa en que insistió en la importancia de un sistema económico que tome en cuenta indicadores para el desarrollo real de nuestra sociedad humana como el Índice de Desarrollo Humano3 pues la economía actual considera exclusivamente el crecimiento del PIB en detrimento de servicios educacionales, médicos y sociales además de nuestro ecosistema. En 2007 se implementaron tres proyectos pilotos en Francia (Norte-Paso de Calais, Isla de Francia y Bretaña) en cooperación con MACIF (una cooperative de vivienda), Chèque Déjeuner (uma empresa que ofrece tickets descontados de almuerzo a los empleados), SELs (similar a LETS en países anglosajones) además de gobiernos regionales respectivos.
Se usan las tarjetas inteligentes como un medio de registrar transacciones en SOL, del mismo modo que se paga con tarjetas de crédito, con oxidación que empieza cuando uno detiene sus SOL por más de seis meses, y se le transfiere el valor oxidado al fondo común de la Gestión de SOL para realizar proyectos solidarios.
Foto 6: Tarjeta inteligente de SOL
Sus usos principales son los siguientes:
SOL Coopération: similar al programa de fidelidad, pero con el fin de promover bienes y/o servicios de la economía social como la salud, bienes de comercio justo y actividades culturales.
SOL Engagement: la version electrónica de SEL entre los habitantes locales.
Hasta enero de 2008 se han emitido 1200 tarjetas y 150.000 SOL (15.000 €, porque un SOL equivale a 0,10 €) y se plantea continuar estos proyectos.
Los aportes de este sistema al desarrollo sustentable es la promoción de productos de economía social y solidaria y su vinculación con la red regional de ayuda mutua.
3.6. Banco de Horas Comunitario (Argentina)
Los clubes de trueque son la experiencia de moneda complementaria más conocida de Argentina y se han realizado varios estudios sobre este sistema, en especial sobre su desarrollo y colapso. Hay otras iniciativas en este país sudamericano, sin embargo, que siguen funcionando hasta hoy en día, y en este artículo quisiera presentar el Banco de Horas Comunitario en Capilla del Monte, Córdoba, Argentina.
En esta comunidad se han instalado varias familias desde otras partes del país, sobre todo de Buenos Aires, en busca de una vida más tranquila y otras calidades mejores de vida y se juntaron algunas de ellas para fundar su propia escuela alternativa que se llama «La Cooperativa de Provisión de Enseñanza Olga Cossettini», fundada en 1998 con 26 chicos de 16 familias que eligieron alejarse espontáneamente del circuito de la economía formal con el fin de educar sus hijos en la manera que quieren, poniendo énfasis en artes, tallers y espíritucooperativo con procesos de decisión democráticos y crearon también en 1999 su Banco de Horas Comunitario para superar la falta de recursos financieros para la escuela pues muchos padres tenían ingresos limitados en peso argentino para sostener esta institución. En su apogeo participaban unas 200 familias para este sistema de intercambio, cubriendo aprox. El 40 % de gastos de esta cooperativa educacional.
Si no adoptaron el sistema de los clubes de trueque, ya muy conocido en Argentina en esa época, era simplemente porque veían la falta de solidaridad en esos clubes que se habían ya degenerado en un mercado informal donde los socios intercambiaban de mismo modo que en la economía formal, aunque se pagaban no en peso argentino sino en crédito (moneda complementaria usada en los clubes de trueque) y no quisieron aceptar el hecho de que la inflación ya empezaba a acontecer en aquellos mercados donde algo que valía dos pesos en el mercado formal se vendía a más de dos créditos, debilitando la equivalencia entre peso y crédito. CALDANO (2007) determina lo que es este Banco de Horas Comunitario como siguen:
Capitalización de los recursos que ya existen en el lugar sin importar cuán «pobre» se sea
Se alimenta de dos fuentes de energía: «la misión que los motiva a trabajar juntos (la escuela de nuestros chicos)» y «sus habilidades personales, sus capacidades laborales»
¿Entonces qué hicieron para impedir una tal degeneración? Empezaron a emitir S.O.L. (su propia moneda complementaria equivalente al peso argentino que quiere decir «Solidaridad Organizada Libre y Laboriosamente») exclusivamente cuando el banco recibe, como hipotecas, bienes y/o el compromiso de socios a pagar algo equivalente en bienes o servicios en forma de cheques. Afortunadamente este banco ha podido recibir bastantes bienes, lo que le permitía poner más moneda en circulación. Sin embargo se llama «Banco de Hora» porque se considera importante también la labor de los socios para mantener la escuela, y una hora de trabajo está cotizada a 3 pesos (0,60 €) mientras que normalmente el salario en esta región se cotiza tan baja como 1,2 peso (0,24 €). Cada socio necesita pagar 5 pesos (1,00 €) / S.O.L.s por mes como tasa de mantenimiento y quien manda su(s) hijo(s) a esa escuela paga 35 pesos (7,00 €) / S.O.L.s en vez de 5 como contribución a la escuela. Ha logrado crear la Red de Organizaciones Solidarias para incluir más ONGs en este movimiento y establecer un acuerdo con la municipalidad que permite que se pague el impuesto en esta moneda local.
La oficina de este banco está ubicado en el pleno centro (a pocas cuadras desde el terminal de ómnibus) y está llena de todas las hipotecas, tales como ropas, comida y libros. Recibe algunas donaciones en peso de vez en cuando y las gasta para el alquiler de la oficina y la compra colectiva para revender bienes (sobre todo comida, tales como harina y/o yerba mate) a precios más bajos. De vez en cuado organiza ferias donde acontecen más transacciones también.
Es obvio esta iniciativa argentina ha logrado el desarrollo sustentable de una escuela fundada por sus propios socios, pese a que es distinta a otros sistemas ya descritos en el sentido de que tiene metas claras de mantener una sola institución específica mientras que los demás tienden a abrazar más actores sociales y/o económicos.
A estas Iniciativas hay que sumarle, fuera de España la del Banco Palmas en Brasil. En España las Iniciativas de Sostenible y creativa de Valencia con el S.O.L (Ecoxarxas de Cataluña), las . Y como no La OSEL, de Novelda y su comarca.
CONCLUSIÓN
Nuestro sistema monetario actual con tasas de interés compuesto tiene algunos defectos graves que son contrarios a la construcción de economías sustentables y justas, tales como la reivindicación del crecimiento económico exponencial y eterno que se parece al desarrollo de cáncer, la redistribución de ingreso a favor de los ricos y el descuento de valores futuros que desfavorece inversiones a largo plazo. Además está propenso a promover los elementos que pertenecen al Yang (capital físico y financiero) desde el punto de vista taoísta, lo que hace necesario fortalecer el Yin (capital social y natural) con moneda complementaria diseñada para estos fines, dado que el sistema monetario es un acuerdo dentro de una comunidad.
Existen diversos sistemas de moneda complementaria para lograr distintos fines socioeconómicos. Hanbat LETS en Daejeon, Corea del Sur ha logrado ofrecer más vínculos humanos entre socios a través de una gran variedad de sus actividades además de permitir que algunas personas excluídas de la economía formal puedan aprovechar de sus talentos para obtener una nueva fuente de ingreso. Time Dollar y otras experiencias parecidas han hecho aportes de ayuda mutua que permiten que el sector público reduzca sus gastos como actor del Estado del Bienestar, mejorando la situación financiera de gobiernos locales y centrales. Chiemgauer en Prien am Chiemsee, Baviera es otro sistema que estimula la economía regional de forma sustentable además de brindar un poco de dinero a ONGs locales, y el Banco WIR en Suiza es parecido a Chiemgauer, aunque su uso es principalmente para transacciones entre pequeñas y medianas empresas suizas para que el poder adquisitivo se quede dentro del círculo empresarial sin escaparse fuera de Suiza, además de ofrecerles préstamos más baratos. El proyecto SOL de Francia está más directamente vinculado a la economía social y solidaria, con el fin de aumentar la venta de empresas relacionadas por ofrecerles un sistema de tarjetas de fidelidad además de integrar el sistema de LETS para hacer posible la sinergía de dos ramos distintos de la economía social y solidaria. El Banco de Horas Comunitario en Capilla del Monte, Argentina, por último, tiene una meta específica de apoyar la escuela alternativa fundada por los mismos socios.
Cada iniciativa favorece el desarrollo sustentable de formas distintas: sería de extrema importancia realizar investigaciones comparativas de las experiencias mencionadas y otras no mencionadas en este artículo para juntar todos los beneficios y promover la economía social y solidaria de una forma más integral.
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14. VIVERET ; P : (2003), Reconsidérer la richesse : Les rencontres du nouveau siècle, L’Aube, Paris.
1 Cabría destacar el hecho de que la base filosófica de la sociedad coreana es el confucianismo donde se respeta la jerarquía.
2 En Japón el salario mínimo se varía de prefectura a prefectura (de 618 yenes (aprox.3,90 €) en Akita y Okinawa a 739 yenes (aprox.4,65 €) en Tokio) en febrero de 2008.
3Ver artículo de David Madrid sobre los inidices de Sustentabilidad en http://davidmadridalonso.blogspot.com/search/label/Sustentabilidad